4.6.07

auh!


Llegué a Cardiología muy temprano en la mañana (cómo se malacostumbra uno... antes a las 8 AM ya había empezado el día) a hacerme un chequeo por la apresurada velocidad de los latidos de mi corazón... nah!
Iba a asistir a un transplante de riñón, como expectadora no como partícipe. Muerta de miedo por la ansiedad que la sangre me produce a veces, el nerviosismo ya se estaba convirtiendo en emoción. Entrar a una cirugía de esa naturaleza una vez en la vida está padre. Resolver tantas dudas que los programas de televisión dedicados a promover la profesión nos generan: ¿a qué olerá? ¿será verdad que los doctores ponen a Bach mientras hacen sus incisiones? ¿el doc se parecerá a George Clooney? ¿la interna estará enamorada del cirujano? ¿la anestesióloga será lesbiana? Total que ya estaba yo envalentonada, desmañanada y lista pa ponerme mi batita que en inlgés se hace llamar "scrub" -claro que lo aprendí en una de esas series- pero cuya traducción al español ignoro, cuando me topo con el doc y me dice: "como no me diste tu celular no te pude avisar que para entrar te tienes que hacer unos estudios, tons pos no puedes pasar"... DOING!...
Y ps ni hablar. Ahora tendré que esperar pa ver si se puede reagendar porque ya se me metió el gusanito. snif.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola Mariana :) Y bueno sobre la cirugía, espero q si puedas ir, es una experiencia muy buena y te cambia la visión de la vida y del cuerpo humano. Yo soy enfermera y bueno...sobre los olores ni te preocupes no huele mal, solo cuando usan el electrocauterio huele como a pollo quemado es todo...y la sangre, mhh verás que es mucho más escandaloso ver ER q una cirugía real.

Suerte!!
Mariana
www.myspace.com/queniveldemujer